¡Hola! Hoy les traemos una propuesta muy fácil y sencilla para empezar a modificar un ambiente. Esta es una pared ocupada por una biblioteca donde queríamos empezar a introducir liviandad y colores, pero antes de hacer una transformación importante, aprovechamos las caras de las cajas que hay sobre ella para hacer una pequeña galería de fotos enmarcadas en un color crema.
Este tipo de intervenciones sirven para probar colores y paletas antes de tomar decisiones importantes como invertir en muebles y accesorios o elegir una nueva pintura, ya que nos permite ver cómo el color que elegimos interactua con el tipo de luz que entra en los distintos momentos del día por ejemplo, y cómo nos sentimos nosotros con las ideas que tenemos. En este caso, los marcos desentonan con la biblioteca precisamente porque se está empezando a hacer una transformación gradual. De estar a gusto con el estilo y la paleta se procedería, por ejemplo, a cambiar el color de la biblioteca, elegir adornos acordes, etc.
¿Cómo es el armado de los cuadros? Muy sencillo. En este caso usamos fotos propias, pero pueden ser recortes de revista, pinturas, dibujos, frases, etc. Usamos cartulina crema y, para cuidarla de que la humedad la desfigure y protegerla del uso de las cajas, la montamos sobre cartón de 1 mm., usando cinta bifaz. Luego en el centro, con bifaz también, pegamos cartulina blanca (papel de impresora puede ser también como último recurso en caso de ser una intervención provisoria) y luego pegamos las piezas elegidas en el centro. Por último las pegamos con cinta de papel en la cara de cada caja.
Es una forma muy económica y personal para empezar a jugar con el espacio y hacerlo de a poco cada vez más propio. ¡También puede usarse para ambientar una habitación de forma eventual para algún evento!